El fútbol, indefenso

La veo ahí, sola, con miedo, en un corner o debajo de alguno de los carteles, escondida. Me da pena, mucha pena. La pelota se mancha, si, Diego, se mancha, la manchamos todos.
Nadie defiende al fútbol. Hoy se habla más de la violencia, de las muertes, de las peleas entre barras, de los cantitos de la hinchada, del apoyo que recibió tal jugador de parte de la gente, de la renuncia de los técnicos, de los millones de euros que ganan el Kun Agüero o Lionel Messi por patear una pelota, del árbitro, pero del fútbol, del deporte, nada.
La culpa de que esto sea así, es de todos: la gente, los periodistas, la televisión (sobre todo), los clubes, los dirigentes, los barras, los árbitros y, también, de los futbolistas.
Ahora, qué es lo que importa en el fútbol, qué es lo primordial. La interna de un club? Qué está haciendo la barra en este momento? O cómo salió el partido? O cómo va a formar el equipo?

Ejemplo de cómo se ensucia un partido:

Culpa del periodismo: El partido de Racing-Estudiantes, jugado fechas anteriores. Los periodistas dijeron que Moralez no se había llevado la pelota con la mano. Falso, si se la lleva con el brazo. Bien cobrado por Beligoy.

Culpa del futbolista: Sabiendo que la tocó con la mano, reacciona mal, justificando lo injustificable, haciéndose el piola, generando el descontrol.

Culpa del árbitro: No saber manejar la situación. En definitiva, por más malo que sea, son las reglas del juego. El silbato lo tiene él.

Culpa de la gente: No se banca perder, no se banca las expulsiones. "Ah, si, me bombeas, entonces te rompo todo".