Boca cortó la racha y desató el grito más querido

Battaglia a grito desgarrador Por mayor decisión, porque supo manejar mejor los tiempos del partido. Boca ganó el encuentro que quería y se quedó con el superclásico al vencer a River por 1 a 0, con gol de Sebastián Battaglia, a los 14 minutos del primer tiempo. El cotejo en la Bombonera fue discreto, pero la emoción se mantuvo hasta el último instante y, por eso, el grito de los hinchas xeneizes se escuchó fuerte en un momento en el que el conjunto de la Ribera necesitaba una victoria grande.


La Bombonera a pleno
Boca fue un justo vencedor, porque, a pesar de no mostrar una superioridad abrumadora, superó a River y, con la ventaja inicial, supo manejar mejor el partido. El equipo de Diego Simeone insinuó, pero prácticamente no generó real peligro, salvo en el final cuando Abreu tuvo en su cabeza el empate y la pelota salió arriba del travesaño. Así, el club de la Ribera volvió a ganar un superclásico, después de tres años, algo que no lograba desde el Clausura 2005, cuando
venció por 2 a 1, con Jorge Benítez en el banco de los suplentes.
Carlos Ischia, el DT xeneize, había pedido un triunfo como fuera y su equipo respondió en los momentos más importantes. Así, Boca se prendió en el campeonato con estos tres puntos, ya que suma 26 y quedó a uno de la cima, donde se ubican River, Estudiantes y San Lorenzo, con 27. Los platenses serán rivales de los xeneizes, el domingo próximo. También, viaja fortalecido a Brasil, donde el miércoles próximo jugará la revancha por los octavos de final de la Copa Santander Libertadores ante Cruzeiro, luego de vencer 2 a 1 en la ida.
River vive su peor semana del año. El miércoles último cayó ante San Lorenzo y, hoy, perdió el superclásico, aunque mantiene la cima. Con ese ánimo, el jueves próximo deberá disputar la revancha con el Ciclón, en el Monumental obligado a ganar, después de la caída por 2 a 1.
El partido. El primer tiempo comenzó equilibrado. Ni uno, ni el otro se animó demasiado en los primeros 10 minutos de juego. La pelota volaba de un campo al otro, pero siempre por el aire. River apenas insinuaba a tocar con sus hombres habilidosos, pero ese circuito se gestaba lejos del área de Boca. Parecía que los dos se estaban analizando a la espera de encontrar las debilidades del rival.
Hasta que, a los 13, un error de Tuzzio, posibilitó la primera situación clara del partido. El defensor de River se pasó en el cabezazo y la pelota le quedó a Palermo, que dejó solo a Palacio, quien se fue mano a mano y Carrizo salvó al córner.
De ese tiro de esquina, a los 14, llegó la apertura del marcador. Lo ejecutó Riquelme desde la derecha, Battaglia le ganó en el salto a Ponzio y, de cabeza, estableció el 1 a 0 y el primer estallido grande en la tarde de la Bombonera. Battaglia se arrodilló para festejar y gritó fuerte abrazado a Dátolo.

Desde entonces, Boca mejoró y empezó a hacerse dueño del partido. River tenía más la pelota, pero jugaba lejos del arco. Las insinuaciones de Alexis Sánchez y de Buonanotte no terminaban bien y Falcao jugaba muy aislado en el ataque. Del otro lado, cada contra parecía peligrosa a partir de la velocidad de Palacio, la conducción de Riquelme y el ímpetu de Palermo por no dar ninguna pelota por perdida.
Battaglia y Ledesma se hacían fuertes en el medio y no permitían que el circuito de fútbol de River fuera fluido. Morel Rodríguez se destacaba en el fondo. Sin embargo, lo que no abundaban eran las situaciones de peligro. El conjunto millonario sufría con las pelotas detenidas. A sus defensores les costaba ganar en el área, aunque el real peligro no aparecía, salvo, cuando, a los 28, Cáceres cabeceó por arriba otro córner de Riquelme.
El equipo de Simeone casi no generó situaciones de gol, más allá de algún débil disparo desde afuera del área o algún cabezazo de esos que siempre fueron a parar a las manos de Caranta. Así, el primer tiempo llegó a su fin con un disparo de Riquelme, desde una buena posición, aunque a las manos de Carrizo.
River salió al complemento decidido a encontrar el empate, pero continuaba sin claridad en los últimos metros. Boca intentaba aprovechar los espacios que dejaba el conjunto millonario en el fondo. Simeone se la jugó con el ingreso de Augusto Fernández, volante ofensivo, por Nicolás Sánchez, marcador central.
Sin embargo, en ese comienzo, la situación más clara la tuvo Boca. A los 14, con un giro, Riquelme dejó desairados a Villagra y a Tuzzio, definió cruzado, desde una muy buena posición, pero su remate se desvió y salió al córner.
El Cholo volvió a meter mano en el banco: Abreu entró por Buonanotte, aunque River seguía sin acercarse al empate. Tuzzio salvó con lo justo ante Palacio, cuando el delantero se disponía a definir, luego de un buen pase de Palermo. Boca tenía espacios para jugar en campo visitante y los empezaba a aprovechar.
A los 29, Riquelme, dolorido, debió dejar la cancha y, en su lugar, entró Chávez. Simeone hizo la última modificación: Rosales por Ortega. El partido entró en el principio del fin. Morel Rodríguez también debió abandonar la cancha con dolor y en su reemplazo entró Roncaglia.
River quemó sus últimas naves y tuvo la chance que esperó durante todo el partido para empatar. A los 39, un centro desde la derecha de Rosales fue a la cabeza de Abreu, que se elevó, pero cabeceó por arriba del travesaño.
Parecía que el final encontraría a River para empatar, pero Boca, de contra, quedó más cerca del segundo. Fue triunfo xeneize. Boca volvió en el momento que todos lo esperaban.