Un nuevo hecho de violencia en el fútbol

La violencia no cesa. Pareciera que no tiene arreglo y son contados los personajes que se atreven a enfrentarla. Un nuevo caso sucedió el sábado. La barrabrava de Estudiantes de Buenos Aires se entrometió en el vestuario donde el equipo realizaba los trabajos precompetitivos para el encuentro ante Morón.
Según se supo, el entrenador del equipo, el ex Boca y Español, Chicho Gaona, saltó a copar la parada y les pidió a los barras que se vayan del vestuario, explicándoles que no era el lugar para ellos. Los barras se enfurecieron y empezaron a los gritos y le propinaron una trompada en el ojo al director técnico. Pero eso no fue todo, Walter "Cubito" Cáceres, el arquero del equipo, quiso tranquilizar a los hinchas y recibió un cabezazo.Los jugadores decidieron salir a jugar el partido de todas formas y derrotaron a Morón por 4 a 1. El entrenador no comprende las razones de la violencia. De hecho desde que tomó la dirección del equipo está haciendo una muy buena campaña, ya que cosechó casi el 60 por ciento de los puntos que disputó con 6 encuentros ganados, 5 empatados y 3 perdidos.
El entrenador tomó una medida demasiado digna para estos tiempos y presentó la renuncia a su cargo. Por ahora, indeclinable. En tanto, los dirigentes del club mantienen el silencio y, por ahora, ni siquiera se solidarizaron con Chicho. Una vergüenza.