San Lorenzo hace historia y elimina a River

La felicidad de los jugadores de San Lorenzo
River tenía el partido servido en bandeja. A media hora del final ganaba 2-0 en el Monumental y tenía dos hombres más en la cancha. Pero se durmió y San Lorenzo, con corazón e inteligencia, logró el milagro e igualó 2-2.
El equipo de Ramón Díaz construyó otra historia increible, como en Potosí cuando dio vuelta un partido imposible tras ir perdiendo 2-0 y pudo clasificarse para octavos de final cuando parecía que el sueño de la Copa se moría ahí.
La gloria pasó de manos y ahora el que está en los cuartos de final de la Copa Santander Libertadores es el equipo de Boedo, que el próximo jueves iniciará esa nueva etapa cuando enfrente como local a la Liga Universitaria de Quito, Ecuador.
Matías Abelairas, en la primera parte, y Sebastián Abreu, de tiro penal a los 16 de la parte complementaria, pusieron a River a tiro de la victoria. Para entonces, San Lorenzo contaba con dos jugadores menos por las expulsiones de Diego Rivero, a los 41 minutos del primer tiempo, y Jonathan Bottinelli, a los 13 del segundo tiempo.
Pero cuando parecía cosa juzgada, San Lorenzo aprovechó la siesta millonaria y en tres minutos igualó el partido con sendos tantos de Gonzalo Bergessio, la gran figura de la cancha. El final 2-2 le dio el pase, habida cuenta de su victoria 2-1 en el juego de ida.
Y después el Ciclón aguantó frente a un River desorientado, que tuvo sus chances pero no las concretó y terminó su historia en la Copa en medio de los silbidos de su gente en una semana inolvidable por lo mala, tras la derrota ante Boca Juniors.
El primer tiempo fue muy friccionado en la mitad de la cancha. En los primeros minutos se mostrò màs sereno San Lorenzo para transportar el balón. A los 8 desde el sector derecho D'Alessandro sacó un fuerte zurdazo que Carrizo logró sacar al corner con lo justo arrojándose sobre su palo derecho.
Un minuto después reaccionó River. Una pared entre Abreu y Falcao terminó con el uruguayo venciendo a Orion con un tiro bajo. Pero el juez asistente Hermán Maidana entendió que el delantero estaba en offside y lo anuló erróneamente.
Noventa segundos después se hizo justicia. Abelairas ejecutó un tiro libre en forma de centro desde el sector derecho, falló Silvera en el centro del área, la pelota picó y se metió mientras Orion, tapado por Falcao, no alcanzaba a reaccionar.
Tras la apertura del marcador el encuentro adquirió mayor intensidad y el visitante fue el que tuvo más el balón, aunque le faltó profundidad. Por su parte, River empezó a crecer a través del trabajo de Augusto Fernández y de Abelairas, que comenzaron a inclinar la balanza en el medio del terreno.
Sobre los 20 un planchazo de Falcao a Méndez derivó en un tumulto que marcó el inicio de una pésima noche par el árbitro Pezzotta. El juez debió haber expulsado al colombiano y a Orion, que reaccionó y golpeó a Augusto Fernández. Sin embargo, sólo amonestó al arquero azulgrana y el partido se desvirtuó.
Abundó el juego fuerte y desleal y cada vez hubo menos fútbol. Pudieron haberse ido expulsados varios jugadores visitantes. Pero recién sobre los 41 vio la roja Rivero, por una falta fuerte a Villagra que "obligó" a Pezzotta a mostrarle la segunda amarilla.
Con un jugador menos, San Lorenzo buscó la hazaña en el segundo tiempo. Pero un error infantil de Bottinelli terminó con su sueño de ser el mejor de América en el año de su centenario.
El defensor le aplicó un codazo alevoso dentro del área a Falcao García y Pezzotta, esta vez acertadamente, lo expulsó y marcó el penal que sobre los 16 Abreu cambió por gol. San Lorenzo no se amilanó y aprovechó la desconcentración de los jugadores de River y logró el ansiado descuento que llevaba el partido a los penales.
Silvera recibió cerca del área chica, habilitó atrás a Placente y éste cedió a la izquierda para que Bergessio pusiera el 1-2 con un zurdazo violento.
Y tres minutos más tarde llegó el milagro. En un corner desde la derecha Bergessio anticipó a Villagra y de cabeza puso el 2-2, que obligaba a River a ganar por dos goles de diferencia.
Pero River no tuvo el temple ni la eficacia para torcer la historia. Y San Lorenzo terminó festejando un empate con sabor a goleada. El sueño de ser campeón de América en el año de su centenario sigue latente.

TELAM